A ese jaguar que acecha el futuro
que -inevitable- vendrá.
A usted, que anduvo ya
por donde no alcanzarán mis manos.
A usted, que escribe a la manera moderna
con jóvenes palabras inusuales,
leales.
A usted, que gusta comprometer su pensamiento.
A usted, que se solaza viendo jugar niños.
A usted, que no juega al mercadeo, ni al escondite.
A usted, que no le duelen coplas
para exprimirse el corazón.
A usted, que baila y ríe y canta
a veces, a veces sin vallenato también.
A usted, que gasta un cabello que yo no tengo.
A usted, que armará su vida
con las traviesas del carril mas desolado.
A usted, que aún no sabe
cuán cerca están las estrellas
que alumbran nuestro común oscuro cielo.
A usted, que le conocí más triste,
yo más triste, usted más triste.
A usted, que no me vende paraísos lejanos
ni me habla de la muerte que acecha en las rutinas.
A usted, que vive justo en la mitad
del continente más doliente.
Usted, que es un arma peligrosa...
Usted, que hará hombres nuevos con el barro andino...
Usted, que derrumba los ídolos siniestros...
Usted, colombiano, mi hermano
-si es que se puede hermano de bit,
de voz, de esperanza lejana, de verso-
A ese jaguar que acecha el futuro
que -inevitable- vendrá.
A usted le debía unas letras...,
nomás para que sepa que no me he muerto,
nomás para que tenga la certeza
de que me importan los javieresmoyanos,
de que lo que realmente importa es la inevitable,
irreductible,
propagación de los javieresmoyanos del mundo...,
doquiera se hayen, doquier que hablen,
que no se callen, que se sepa que importan...
A usted, que le debía unas rimas pobres
-sin pagar del todo la deuda ni el rédito-
A usted, le saludo y le entrego, de nuevo,
alientos infinitos.
que -inevitable- vendrá.
A usted, que anduvo ya
por donde no alcanzarán mis manos.
A usted, que escribe a la manera moderna
con jóvenes palabras inusuales,
leales.
A usted, que gusta comprometer su pensamiento.
A usted, que se solaza viendo jugar niños.
A usted, que no juega al mercadeo, ni al escondite.
A usted, que no le duelen coplas
para exprimirse el corazón.
A usted, que baila y ríe y canta
a veces, a veces sin vallenato también.
A usted, que gasta un cabello que yo no tengo.
A usted, que armará su vida
con las traviesas del carril mas desolado.
A usted, que aún no sabe
cuán cerca están las estrellas
que alumbran nuestro común oscuro cielo.
A usted, que le conocí más triste,
yo más triste, usted más triste.
A usted, que no me vende paraísos lejanos
ni me habla de la muerte que acecha en las rutinas.
A usted, que vive justo en la mitad
del continente más doliente.
Usted, que es un arma peligrosa...
Usted, que hará hombres nuevos con el barro andino...
Usted, que derrumba los ídolos siniestros...
Usted, colombiano, mi hermano
-si es que se puede hermano de bit,
de voz, de esperanza lejana, de verso-
A ese jaguar que acecha el futuro
que -inevitable- vendrá.
A usted le debía unas letras...,
nomás para que sepa que no me he muerto,
nomás para que tenga la certeza
de que me importan los javieresmoyanos,
de que lo que realmente importa es la inevitable,
irreductible,
propagación de los javieresmoyanos del mundo...,
doquiera se hayen, doquier que hablen,
que no se callen, que se sepa que importan...
A usted, que le debía unas rimas pobres
-sin pagar del todo la deuda ni el rédito-
A usted, le saludo y le entrego, de nuevo,
alientos infinitos.