20060630

El Camino de Hierro (1)

-Todavía hay café frío en la cocina...
-¡Ah, vale! Larrea gira en redondo y se da por aludido y anda silencioso hacia los fogones.
Es casi adicto al café de su amigo.
Servido, vuelve en sus pasos y pregunta en voz alta: ¿Cuál es el Plan?

-No hay plan.

Se oye desde otro lado.

-¡Ah, vale...! Se repite
Me llamás y vengo, ¡Y no hay Plan!
Y que tenés en la bola. ¿Ah? ¡Mierda! Sos un loco desagradable...
¿Pensaste dónde anda el Uruguay, cuando hiciste tu llamada? ¡En otra dimensión! Y te ha costado plata, y mucha enjundia engatusarme y no tenés un plan... ¿De veras? ¿Ni uno chiquito para recomponerlo sobre la marcha...?
¿Qué hiciste de tu cabeza? Capullo engreido. ¡Me dirás que querias verme y brindar con ginebra por los viejos tiempos!

-Te digo que no hay plan. Ni grande ni chico.
-¡Bah! No te creo, pásame el gin.
¿Porqué yo, y no otro? Perdiste la agenda. Bueno, visto lo sabido mejor si que la perdieras... ¿Pero sabés dónde vamos luego, o tampoco?
-No hay plan, Pancho, esta vez no hay plan que valga, y por esto esta aquí el analista Larrea, porque no esta saturado de información y me dirá lo que hay que hacer. No hay plan, te repito.
-Me disculpo hermano. Pensé que llamaste al loco que conocimos hace algunos años... ¿Y qué podés decirme entonces?
-“M”

-¡Carallo! ¡Una mujer! ¡Sabía que era una mujer! Aquel tono pausado, cuando hablaste tan frío, pensando las palabras..., sólo podía ser élla, y qué: ¿Te declaraste, capullo?
-Ya sabes que no hace falta.
-¡Ah, claro, y por eso estoy aquí yo, para hacer el mapa del tiempo!
-Más o menos, Licenciado, tendrás que monitorizar un tiempo...
-¿Y Jan?
-No debe
-¿Porqué no “debe”?
-Porque Paola es su socia
-¡Ah! Eso si son palabras mayores. Paola, humm..., trágico para ti. Pero Jan puede hacer las cosas bien.
-No, Jan habla en sueños. No, no debe.
-Pues alístalo, como a mí otras veces...
-No Paola siempre ha sido la mejor. Seguro que ya sabe que estas aquí conmigo.
-Oye, eso de los espías se acabó ya...
-No para Paola.
-Y qué querés, entonces.
-No sé..., tú monitoriza y ya se verá.
-¿Y los otros qué dicen?
-Nadie sabe nada, sólo Paola...
-¡Puff, qué marrón! Esto me gusta, burlarme de la Gineta es un reto.
-No podrás. Serás un cebo fácil porque a Paola le pueden las distancias cortas, como en Venecia.
-¡Ya, si tú te lo crees...! Pero quiero probar algunos trucos.
-Tuyo es el trabajo, tu verás. Sólo recuerda que “M” no es el enemigo...

-¿Dónde viviré?
-En Catllús, a mitad de camino.
-¡Ya disimulando, eh!
-No. Comprarás y venderás madera, postes de teléfono, y tendrás un despacho aquí, en Manresa. Está todo en la lista: Tus amigos, tu bar, a Penélope...
-Gracias por el detalle, aunque podrías haberme dejado más margen...

-No lo tienes. Te conozco y Penélope también. Además en la Asociación encontrarás a un “amigo”, y a la hermana de “M”.
Hazte querer y luego nos vamos todos de vacaciones.
-¿Vacaciones en el Cadí?
-No, nos iremos con Gambino, a los Monegros, a pensar qué hacemos con nuestra vida...

-Detallazo nuevamente, filosofía sin mujeres. ¿Te convertiste al Platonismo o sólo follas tú?
-No, sólo pensar en el futuro.
-Vale, vale, bromista... ¿Qué hace Penélope ahora?
-Sigue fotografiando, creativa..., ordenadores y tal. Ahora ya sabe más que yo.
-¡No jodas!
-No jodo nada, Larrea. Es joven y aprende deprisa, aunque te tenga entre sus debilidades.

-Hablás de mí como si fuera una infección...
-Lo eres. Peor que yo, Pancho, y no nos damos cuenta. Enponzoñamos también.
-¡Hey, hey, cuidado amigo! Pásame el gin... ¡Pues es verdad..., tú me viciaste a la ginebra!
-¡Ya! Para todo lo demás no te hice falta. Además ayuda a caminar deprisa.

-¡Oye tú! No veo a la Musa en tu lista.
-¿Olga?
-¡No, a la Perestroika en persona! ¿Quién si nó?
-Olga no. Bebe vodka y ahora es feliz.
-Ya entiendo..., Jan no, Olga no, Amín sí, y añade a Paola pegada a su amiga Penélope y a mí. Pues para no ser un plan, se parece a la mitad de los tuyos.
Vamos, que está más claro que un verso de Benedetti...
-Si tu lo dices.
-Lo digo. Y según tú: ¿Qué debo averiguar que tú no tengas ya escrito en una ficha de cartón? ¿El horóscopo de su hijo, si lo tiene?
-Lo tiene.
¡Vés! ¿Qué te dije, cabrón? ¿Querés saber porqué tiene un hijo?
-Sí.
-¡Porque se le pasaba el arroz! Es hormonal.
A todas les pasa, y si no de bote o adoptado.
-¿Y porqué ahora?

-Ya se verá...
-¿Y porqué de ése?
-Porque no tendría otro más a mano.
-Le repelían los sosos.
-Ya, tu fuiste una harmónica quizá, idiota. Te digo que no tendría otro amano...
-Después de hablar conmigo...
-¡Seguro, macho! Le quedó claro que tendría que esperar diez años, como en el tango.
¿Tiene nombre de tango, recordás el chiste o no, pringao?
¡Para esto el viaje!
Si me lo contás me ahorro la visita...

-Tal vez, pero...
-¿Pero qué?
-A él lo tenemos fichado. Es del enemigo.
-¿Cuánto del enemigo?
-Desde la universidad, es un durmiente de Apollo.
-Apollo murió, recordás. En Llançà se puso a nadar dormido, ¿Ah?
-Si pero no su Antena. Y nunca vimos el cadáver.
-Vale, vale y que cosa le hace tan interesante... Para todos, quiero decir.
No sólo para ti personalmente...
-Josep y Pilar y él, son la Terna de Apollo.
-Bueno Josep está vivo porque tu quisiste, y Pilar está controlada ¿No?
También éste pájaro por lo que me cuentas.
Sigo sin ver el peligro.
-Trabaja en Castellet.
-¡Ah! ¿Y?
-Castellet es un nido.
-¡Claro, y Manresa también. Y Súria!
-No. En Castellet está Fénix.
-¡Hey, para! ¿Fénix? ¿Visible?
-No, visible no, no todavía.
-¿Y Fénix está al corriente de estas zarandajas tuyas?
-Lo está.
-¿Y qué dice?
-Que haga lo que tenga que hacer.
-Pues vamos allá.
-No.
-¿Cómo “no”? ¡Sí, fuera problemas!
-No, él no va amorir de un ataque al corazón, ni Josep del sida, ni Pilar tendrá un cáncer fulminante.
Esto es el “pequeño juego”. Apollo lo sabía y puso a la Terna en mi camino...
-“Resolvamos”
-No.
-Oye, hombre. Muchos “no” para una mañana de febrero. Resolvamos “ya”.
-No.
-¿Porqué no?
-Por que tiene truco, yo lo haría así...
-Tal vez, comprobemoslo.
-Comprobemoslo de otra manera...
-Ya, a tu estilo.
-Siempre hay otros caminos...
-Ya. El viaje es el camino.
Puedo citar a Atila en casi cualquier respuesta.
-Tú, Larrea, me pusiste el nombre. Premonitorio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, entraba para darte las gracias por dejar esa pagina de Klimt, en los comentarios de Beatrize Poulain.
Me encanta.

Princesa dijo...

Hay una segunda parte,supongo, verdad?
Que bueno que retomaste la escritura por aqui, se te extrañaba.
Besos frescos :)

Anónimo dijo...

Esto...
me quede sin
saber como sigue.

Beatrize Poulain dijo...

Y esto?? Por cierto, me encantan las aportaciones que haces siempre. De mayor quiero ser un poquito como tú, pero sin saber tanto que si no no puedo inventar :P

Otoño en tus manos dijo...

Tus suaves palabras han llegado a mi orilla..gracias por tu comentario hacia mucho que no sabia de ti.

Un beso, guapo