20080208

Beatriz alada

Beatriz es un arroyo
de orillas profundas.
Beatriz es un abrazo
de manos iracundas.

Ella sabe entretener
una tormenta en un vaso
sobre un arpegio velado,
en un silencio sonoro,
acoplando su mirada
con un grito desgarrado.

Beatriz es un letargo
feliz de sensaciones.
Beatriz es un miocardio
abierto a las emociones.

Ella coge los soles
de las noches mas oscuras
y las pone en un soneto
que los convierte en lunas
y en un verso soñado
las derrama una a una.

Beatriz es un repaso
de esas tardes queridas,
es un amanecer sonriente
en las calles de la vida.

Ella derrite el tempo
en el que van las palabras,
cada cuerda es una puerta,
cada traste una ventana,
su cuerpo es una guitarra
que te arrastra a los pecados

Beatriz es un cometa
que salta por los tejados.
Beatriz es una diosa
cubierta de repujados.

Ella es plata en la garganta
y almizcle en los asonados,
la hechicera que te arranca
los sueños adormecidos,
la ronquera de las penas,
los sones enamorados.

Beatriz es un repaso
de esas tardes queridas,
es un amanecer sonriente
en las calles de la vida.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que maravilloso poema!

atila dijo...

Esa era, modestamente, la idea; Maravillarte con lo poquísimo que uno te cree conocer...
Tal vez pueda un día devolverte maravilla por maravilla...